Tienes a la vista el vaivén del tiempo,
no como paso elevado ni como gruta.
Al alcance de la mano tienes el mar
que cayó en esa piedra y que hoy,
con solo tocarla, sabes que entraña
miles y miles de años
a través de sus fósiles.
Mientras tocas a algo, o a alguien,
hay un periodo de consistencia,
de audiencia con el verbo y la palabra.
Alegrías de Córdoba, de Miguel de Tena. Su título, Vaivén.