Para qué, memoria.
Hoy no te voy a cohibir,
plántame cara y revisa si quieres
cada capilar, cada vena,
cada aorta, cada apunte de sangre.
A modo de recibo tienes de mi parte
una vereda donde andar, memoria,
por ser el rozamiento
clara forma de diluirte.
Qué otro modo de sentir
bajo agua retenida
con el solo amenizar de las ranas.
Enrique Morente, Donde habite el olvido.
12 comentarios:
La memoria, Manuel, ¡cuántas pérdidas!, si uno hace memoria:
Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo solo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Un beso para Cernuda y otro para ti.
Nuestra silla en el Camino.
Me concedo unos instantes de reposo.
Para seguir.
La voz de Morente
rompe
un poema de Cernuda
(uno de los más desgarrados)
Maldita memoria.
Recuerdo
demasiados amigos muertos.
Pero, sigamos en el camino
hasta el momento
oportuno.
Un abrazo.
cuentas sobre la memoria y la memoria habla de ausencia y de presencia, de andar, bullir, recorrer, de detenerse y de estancamiento, y la memoria habla de olvido
me gusta este asiento 35, este sentarte-detenerte un rato para que las palabras se alíen con tu sentir con voz (y sentir) de Morente de fondo
sobre el olvido y la memoria, la presencia y la ausencia hace algunos años escribí...
Hay presencias en tu vida que cobran fuerza. Normalmente cuando sucede esto no es cosa de un día, es un madurar despacito. Pocas veces las presencias que permanecen llegan atropelladamente. No confundir atropello con torbellino, que atropellar es una cosa y provocar una sonrisa espontánea (torbellino) es otra diferente. Con el tiempo puede suceder, por distintas razones, que esta presencia se vaya diluyendo. Pero aquí es donde existe la gran diferencia, no es lo mismo licuarse transparente como hielo que difuminarse oscuro como una sombra. Porque, como alguien me dijo una vez, existe una pena limpia. Cuando te licuas transparente como hielo eres capaz de sonreír, a pesar de sentir pena sonríes...porque esa pena es limpia, no es sombra que conforme se hace grande oscurece tu luz, ésa que una vez te convirtió en torbellino
Jaques Prévert escribió un bello poema de amor titulado Cet Amour,quizás uno de los más hermosos poemas de amor que se hayan escrito, Prévert habla entre otras cosas de la crueldad de la memoria, esa recurrencia del fantasma amoroso que le impide liberarse.
En este poema el poeta "planta cara" a la memoria, la desafía a una invasión certera, al gran exorcismo, para derramarse vital y creativo en ese cielo líquido.
Te regalo el poema de Prévert
Cet amour
Si violent
Si fragile
Si tendre
Si désespéré
Cet amour
Beau comme le jour
Et mauvais comme le temps
Quand le temps est mauvais
Cet amour si vrai
Cet amour si beau
Si heureux
Si joyeux
Et si dérisoire
Tremblant de peur comme un enfant dans le noir
Et si sûr de lui
Comme un homme tranquille au millieu de la nuit
Cet amour qu faisait peur aux autres
Qui les faisait parler
Qui les faisait blêmir
Cet amour guetté
Parce que nous le guettions
Traqué blessé piétiné achevé nié oublié
Parce que nous l’avons traqué blessé piétiné achevé nié oublié
Cet amour tout entier
Si vivant encore
Et tout ensoleillé
C’est le tien
C’est le mien
Celui qui a été
Cette chose toujours nouvelle
Et qui n’a pas changé
Aussi vrai qu’une plante
Aussi tremblante qu’un oiseau
Aussi chaude aussi vivant que l’été
Nous pouvons tous les deux
Aller et revenir
Nous pouvons oublier
Et puis nous rendormir
Nous réveiller souffrir vieillir
Nous endormir encore
Rêver à la mort,
Nous éveiller sourire et rire
Et rajeunir
Notre amour reste là
Têtu comme une bourrique
Vivant comme le désir
Cruel comme la mémoire
Bête comme les regrets
Tendre comme le souvenir
Froid comme le marble
Beau comme le jour
Fragile comme un enfant
Il nous regarde en souriant
Et il nous parle sans rien dire
Et moi je l’écoute en tremblant
Et je crie
Je crie pour toi
Je crie pour moi
Je te supplie
Pour toi pour moi et pour tous ceux qui s’aiment
Et qui se sont aimés
Oui je lui crie
Pour toi pour moi et pour tous les autres
Que je ne connais pas
Reste là
Lá où tu es
Lá où tu étais autrefois
Reste là
Ne bouge pas
Ne t’en va pas
Nous qui sommes aimés
Nous t’avons oublié
Toi ne nous oublie pas
Nous n’avions que toi sur la terre
Ne nous laisse pas devenir froids
Beaucoup plus loin toujours
Et n’importe où
Donne-nous signe de vie
Beaucoup plus tard au coin d’un bois
Dans la forêt de la mémoire
Surgis soudain
Tends-nous la main
Et sauve-nous.
Hoy, toca recordar. Dejar que los espacios provoquen a la memoria, buscar premeditadamente el lugar que nos devuelve la penitencia de la nostalgia, de lo que fue pero aún late. ¿Y por qué no? El pasado es también presente y los espacios vividos se enriquecen con las sombras que los (y nos) habitan.
Echaba de menos un poema tuyo, como este.
Desgarrador el poema de Cernuda. El olvido es un lugar habitado mientras no llega. Y si es la negación del deseo que no llegue nunca.
Qué buenos los comentarios. he disfrutado mucho esta entrada.
Besos
Te echaba de menos, Manuel. Y vienes con un poema hondo de los que calan. Te sientas y dejas que la memoria hurgue. Necesitamos seleccionar cuidadosamnete los recuerdos para no dolernos, de vez en cuando hay que desecharlos y quedarnos con lo amable de la vida.
Besos y a seguir con la silla a cuestas, no queda otra y encontrarás otro lugar nuevo y delicioso.
Tomás, creo que para las pérdidas es para las que mejor memoria tenemos.
Me ha recordado lo que muchas veces me decía mi padre ante el extravío de algo: Haz memoria.
Es este país la memoria histórica todavía parece tener dos bandos. Cernuda pertenecía al bando más vital, un bando que se le cerró en banda.
Aberazos.
Josep:
Seguir el camino hasta el momento opotuno.
¿Dejamos tu expresión en suspenso, Josep? ¿O consideramos que cualquier momento es oportuno para seguir y, cómo no, luchar?
Un abrazo, fiel escuchador, oidor.
Si violent
Si fragile
Gracias, Inés por traernos a la memoria el amor en la versión francesa de Prévert. Oigámoslo ahora:
http://youtu.be/V8y4TB55nP4
Tampoco es un demonio el amor como para exorcizarlo. Simplemente es violento y frágil.¿Se puede ser más bello?
No sé si habrá una fórmula química que enrede nostalgia, memoria, olvido, sombras, hábitats. De haberla, múltiples soluciones encontramos, todas válidas y no exentas de desasosiego.
Besos, P.
Tengo un silla demasiado melancólica, Isolda. Es más de soleás y seguirillas que de alegrías. Últimamente la tengo un poco estática, pero siempre esta al borde del verbo.
Un beso.
Ícaro: tú que llevas el sol por certera distancia te diré que no preferiría lucuarme de ser hielo. Prefiero la sublimación. O sea, el paso de estado sólido a gaseoso. A la escarcha le suele suceder eso. Es un proceso casi imperceptible.
El demonio de Tasmania siempre fue un auténtico torbellino.
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